lunes, 28 de diciembre de 2009

Beatles mugs


Ya tengo mi colección de tazas de los Beatles completa y colocaditas en su estantería. Si, las tazas que daban comprando El Pais los domingos por un euro más. Oye, que en Liverpool las vi por 10 pouds.
Hacía tiempo que no tenía la consatancia suficiente para completar una colección, pero es que por los Beatles, lo que haga falta. También he coleccionado los posavasos, pero eso no luce tanto.


jueves, 24 de diciembre de 2009

Noche güena


Bueno, pues me ha tocado trabajar la noche buena de turno de noche. No es la primera vez, llevo 15 años en este trabajo (y que no nos falte) a turnos. No es muy diferente a trabajar de noche en un día cualquiera, y me consta que hay mucha gente en una situación parecida, en hospitales, gasolineras, puestos de vigilancia ... pero pienso que esta situación te da una perspectiva desde la cual vigilas a todo el mundo. Mientras me paso la noche reconociendo alarmas y haciendo la rutina de medidas, pienso en lo que pueden estar haciendo otras personas, tomando copas, tocando la zambomba, riendo, llorando o simplemente durmiendo.

A mi no me queda más remedio, porque es mi trabajo, pero lo lamento por el que tenga intención de pasarse la noche viendo la tele, la oferta televisiva es de lo más desconsiderada. Un vez terminado el recital navideño de Raphael y sus consabidas colaboraciones (no sé porqué todavía se le rinde culto a este incombustible artista), no queda otra cosa que los sorteos fraudulentos, teletiendas y programas de refritos. ¡Por favor tengan un poco en cuenta a la gente con insomnio!

Por suerte para mí, en mi querida telemadrid (otro día explicaré lo de querida) han puesto una de Blake Edwards, Vacaciones sin novia (The Perfect Furlough), con Toni Curtis y Janet Leigh, guapísima. Tratándose del 1958, la escena del beso en el ascensor no sé cómo se libró de la censura ¡uf, madre mía!





lunes, 21 de diciembre de 2009

La escena del beso






Los fines de semana suelo hacer una selección de películas para verlas con mis hijos. A veces me cuesta convencerles de que la película, aunque sea muy antigua, les puede resultar interesante y divertida, generalmente consigo mi propósito y les alejo del mundo disneychanel, aunque también he cosechado algunos fracasos.

El pasado viernes vimos seis días y siete noches. La peli no tiene nada de original y esta diseñada para el lucimiento de un ya talludito Harrison Ford, pero se ve muy fácil y está muy bien hecha para pasar un rato divertido. La trama se desarrolla en una supuesta isla de la polinesia, a donde Anne Heche va a pasar unos días de descanso junto a su prometido. La ambientación es muy buena y se puede ver a los tortolitos apretándose unos buenos mai tais en el chiringuito de la playa. Después ella tiene que volar a Tahití en el avión de Harrison Ford, pero una tormenta les obliga a aterrizar en una isla desierta.

Lo que quería comentar al respecto, es que hay una, no digamos plagio si no, recreación de la celebre escena del beso en la playa de De aquí a la eternidad. La escena está muy bien situada porque estas esperando el momento filete durante bastante rato, hasta que irrumpe con esta escena.





Lo peor de todo: la música. En lugar de una buena selección de Martin Deny o de The Moonlighters, la cosa va de marimbas y flautas de pan, vamos que la música parece más bien de documental de las selvas del amazonas.

martes, 15 de diciembre de 2009

Cementerio de elefantes



Hoy me acordaba de las películas de Tarzán, de las buenas, las de Johnny Weissmuller, cuando salía el cementerio de elefantes. Un lugar codiciado por los cazadores y los buscadores de marfil, a donde los elefantes viejos, cuando sentían cerca la muerte, iban a depositar sus huesos, y que sólo Tarzán y el pequeño y repelente Boy sabían donde se encontraba.
Creo que ya nadie sabe lo que es un cementerio de elefantes porque ya nadie ve las películas de Tarzan, sólo los carcamales como yo lo recordamos de cuando éramos niños y no había otra acosa que ver en la tele.
Debería ir buscando ese lugar donde uno puede pasar el resto de sus días en paz, sin ambiciones ni aspiraciones. Pasarme el día leyendo y viendo películas antiguas. La música será mejor dejarla, me produce ansiedad y demasiadas frustraciones.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Crónica de un concierto no anunciado





El pasado sábado, y ya con el nombre de The summer boys, miembros procedentes de las bandas Navy Blue, Laika Stone y The Lab, dimos nuestro concierto de presentación en la sala Costello de Madrid. El repertorio consta de 20 canciones de los Beach Boys ejecutadas lo más fielmente posible a sus originales.
Nos queda pulir más las versiones -dejamos escapar algún desafine y alguna descoordinación, sobre todo en los finales de las canciones- y ampliar un poco el repertorio, con alguna canción del Pet Sounds, otro instrumental, pero conseguimos el objetivo principal: divertir al respetable. Con la sala a medio aforo, hicimos que la gente bailase, cantase los estribillos y hacer del show una fiesta con clima veraniego y surfero.
Otra cosa es el ambiente que se respiraba en el local pasada una hora después del concierto, porque se llena de pjos gilipollas, y lo más flipante es que se forma una cola a la entrada de gente esperando para entrar porque se completa el aforo ¡Pero si las copas son carísimas y te las llenan con dos gotas de licor! En fin, así es el Costello, hay que ver lo que hace la gente por ver algún famosillo.






Me quedo con un buen recuerdo del concierto y creo que la banda suena muy potente y tiene muchas posibilidades, dentro de lo que se puede esperar de una banda de covers. Prometo que si la cosa se torna en orquesta de hotel me retiro.Ilustro esta entrada con dos visiones del escenario. Muy chula la vista desde arriba, tomada desde la salida del camerino antes de tocar. En la otra foto un servidor, minutos antes del show, en el minúsculo pero amable camerino de Costello.